Los árboles benefician al medio ambiente ayudando a mantenerlo libre de toxinas, suministrando nutrientes a la vida en la Tierra y combatiendo los efectos negativos de los gases nocivos que existen en ella. Los árboles permiten a los consumidores ahorrar energía, ayudando aún más a reducir el impacto del uso excesivo de recursos.
Los árboles absorben los contaminantes y gases que existen en el medio ambiente. Lo hacen absorbiendo estos químicos en sus hojas y cortezas. Los gases comunes que absorben los árboles incluyen ozono, dióxido de azufre, dióxido de nitrógeno y amoníaco. De esta manera, los árboles ayudan a combatir el efecto invernadero, un fenómeno que provoca el aumento de las temperaturas en la Tierra.
Los árboles son una fuente natural de nutrientes para muchos organismos que habitan la Tierra. Esto permite que los organismos subsistan a partir de estas plantas naturales en lugar de recurrir a fuentes artificiales que resultan en el uso de más recursos. Los árboles proporcionan oxígeno, un nutriente necesario para que exista la vida. Los árboles brindan sombra tanto a los animales como a las personas y ayudan con las necesidades de enfriamiento durante los meses más cálidos. Esto da como resultado que se use menos energía para enfriar casas y edificios comerciales. La sombra de los árboles también ayuda a conservar el agua, ya que el enfriamiento reduce la tasa de evaporación.